Desde que comencé en el mundo tecnológico, hace 11 años, la capacidad de la tecnología, sobre todo la tecnología de la información, de resolver los problemas que se presentan, se ha vuelto casi invencible.

¿Qué provoca entonces que un proyecto no tenga el éxito deseado?

La tecnología fue creada por personas de la misma manera que es usada por personas. Soy de la creencia de que no existe una tecnología, o solución, tecnológica buena o mala, sino mal aplicada. Y detrás de una mala aplicación está una persona. Por poner un ejemplo más claro, ¿es la fregona una tecnología buena o mala? Si la uso para limpiar el suelo es una tecnología buena, pero si la uso para agredir a los demás se convierte en una tecnología mala. En realidad, soy yo quien hace un mal uso de la fregona.

Me atrevería a decir que el 99,9% de los problemas tecnológicos que se plantean (sin datos reales en la mano, de ahí que sea un atrevimiento) son resolubles con la tecnología que tenemos actualmente. Según mi experiencia en proyectos, cuando nos hemos topado con un problema que «no tenía solución» (en realidad éramos nosotros los que no la veíamos), tenía que ver con falta de información, falta de comunicación, falta de transparencia, intereses egoístas, lucha de egos, entre otras razones. Como se puede ver, todos ellos relacionados con las personas y no la tecnología.

Después de muchos años trabajando con ordenadores, me di cuenta que éstos sólo hacen lo que se les ordena que hagan, nada más y nada menos. Las personas por otro lado, tienen voluntad y necesidades propias intrínsecas y que son diferentes de una persona a otra. Observé que el éxito o fracaso de un proyecto, hoy en día, tiene que ver más con las personas que participan en el proyecto que de la tecnología de que disponen. ¿Por qué? Porque un equipo integrado, cohesionado, que se comunica efectivamente, transparente, con sus necesidades emocionales cubiertas, resuelve los problemas con la tecnología que tiene a su alcance. ¿Qué pasa cuando el equipo no tiene la tecnología que se requiere? Sencillo, un equipo que está abierto a su creatividad, a su capacidad de expandir sus horizontes, a pensar out of the box, que colabora y construye con los demás, crea la tecnología necesaria.

Por eso creo que la nueva tecnología, lo que llevará al mundo tecnológico al siguiente nivel, no será tecnología electrónica sino la tecnología humana. El ser humano es una máquina afinada durante millones de años de evolución y funciona de una forma increíble (incluso a veces de forma inexplicable a través de la ciencia actual).

Día a día, acompaño a personas en alcanzar su máximo potencial y cada vez más me sorprendo de la capacidad que demuestra el ser humano cuando está alineado física, mental y emocionalmente, cuando es consciente de su potencial, cuando su ego no se apropia de sus logros, cuando abre su corazón a los demás y afronta los problemas del día a día desde ahí.

Por todo ello, creo que la nueva tecnología que tenemos ante nosotros no es, en absoluto, nueva, la tenemos frente a nosotros. La nueva tecnología son las personas y, por suerte, todos nosotros somos nueva tecnología que podemos mejorar para llegar más lejos.