En el mundo del desarrollo de software, se nos ha llenado la boca de palabras y más palabras, framework, scrum, metodología, procesos, kanban, XP, y un larguísimo etcétera. “Hago Scrum”, “Implantemos Kanban”, “Aquí somos XP”, “Hacemos Agile”. Puedo aceptar todas las frases y, de hecho las acepto y las respeto, pero cuando oigo la última, “hacemos agile”, me saltan las alarmas.

Se ha productizado algo que no es productizable, hemos empaquetado el Manifiesto Ágil para poder venderlo. ScrumKanban y demás metodologías son una estructura sobre la que construir, no son el fin, son un medio. Un “procesos e interacciones”. Deberíamos empezar a aceptar frases como “no es lo mismo hacer agile que ser ágil”, “queremos un cambio cultural que nos ayude con el cambio metodológico” o “queremos los beneficios que nos aporta un cambio cultural y estamos dispuestos a poner energía en ello”.

Todos queremos el cambio pero sin tener que cambiar (como se decía en mi pueblo, queremos cag… y oler bien), queremos la nueva metodología que haga las cosas por mí, fácil y sencillo, que dé respuesta a mis preguntas, rápido y barato. Queremos hacer agile sin tener que ser ágiles. De esta mentalidad surgen los mayores fracasos de implantaciones de metodologías ágiles.

David Roncero muestra su escepticismo ante la frase «¡Hacemos Agile!»

Permitidme una metáfora. Cuando estamos enfermos, vamos al médico y le contamos nuestros síntomas y él, antes de recetarnos nada, hace un diagnóstico. Los síntomas es lo que nos da evidencias de una posible enfermedad. No se tratan los síntomas (se intentan paliar o reducir), se trata la enfermedad. De la misma forma, cuando vas a conocer al responsable de una empresa te pide soluciones sin saber su enfermedad:

  • Verá, es que lo que yo quiero es hacer Scrum.
  • Y dígame, ¿cuál es su enfermedad?

Obviamente la cara de nuestro interlocutor es, cuanto menos, curiosa.

Metáfora entre Agile y acudir al médico. 

Implantar Scrum, Kanban o XP, es fácil, se trata de un par de guías, unos post-it y unos cálculos matemáticos. Son procesos y herramientas. Lo realmente retador es el cambio organizacional y cultural que supone ser ágil y es retador porque esos cambios tienen que ver con personas e interacciones. Eso dice el manifiesto ágil: individuos e interacciones sobre procesos y herramientas. O como me gusta a mí decirlo: procesos y herramientas al servicio de personas e interacciones.

Scrum, Kanban, XP, etc. al servicio del cambio organizacional.